Cuando el deudor se niega a pagar no existe otro camino que iniciar el cobro jurídico de la obligación, no obstante, como paso previo debe realizarse un profundo y profesional análisis costo-beneficio, estableciendo las posibilidades de éxito, el costo de la gestión y el tiempo que tomará el litigio.
Una vez usted ha entendido todas las implicaciones económicas y legales que significan la reclamación por la vía judicial de su deuda, daremos inicio al litigio.
Después de recibir la autorización de inicio de reclamación de pago por vía judicial nos enfocamos en conseguir en el menor tiempo posible el reconocimiento de la deuda y el embargo o confiscación de los activos fijos y financieros del comprador.
Con los documentos adecuados y un comprador solvente y comercialmente activo, el embargo de sus activos debería ser posible en un plazo no mayor de tres meses, dependiendo de la organización y eficacia de los juzgados y/o tribunales del país de origen del deudor.
Una vez que los activos están asegurados, el comprador generalmente está listo para negociar el pago, entendiendo que de lo contrario, al final del proceso sus bienes serán vendidos (generalmente con un descuento significativo) a terceros mediante mecanismos como remates o subastas con el propósito de cubrir el pago de la obligación reclamada.
Si bien la duración de esta acción de litigio varía dependiendo del país donde se ejecute, pudiendo tomar en ocasiones hasta 18 meses, la sentencia incluye además de la obligación de pago del monto capital adeudado, el reconocimiento de intereses corrientes y de mora más honorarios de abogado.
