Bolivia atrapada entre corrupción y Covid-19
Bolivia atrapada entre la corrupción y la pandemia.
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El proceso de aislamiento social en Bolivia comenzó el pasado 12 de marzo con restricciones parciales a la movilidad. Continuó días después con la adopción de estrictas medidas de aislamiento social, las cuales se profundizaron el 26 de marzo y se extendieron en la mayoría del territorio hasta el 11 del presente mes. Desde esa fecha hasta hoy, diversos municipios han logrado retomar, aunque con restricciones, sus actividades. Las medidas de flexibilización no cobijaron a sus cuatro principales ciudades, las cuales a la fecha continúan en cuarentena estricta.
Santa Cruz, Cochabamba, El Alto y La Paz, por ser las ciudades más pobladas y en donde se concentran la mayoría de los casos, continuarán por lo menos hasta el 1 de junio con altas restricciones.
Debido a la coexistencia de una cuarentena flexible y otra rígida y a la posibilidad según el grado de contagio de estar en una o en otra, a la fase iniciada el pasado 11 de mayo se le denominó Cuarentena dinámica.
Mientras esté vigente, los departamentos y municipios serán autónomos en la adopción de medidas que permitan su reactivación económica, aunque estarán condicionados por las normas plasmadas en el Decreto Supremo 4229, en el cual se establecen restricciones a la movilidad según el nivel de contagio.
La evolución del contagio.
Principales Ciudades.
De acuerdo con las pautas y reglamentaciones expedidas por el gobierno interino, el próximo 31 de mayo se revisará la posibilidad de incluir sus principales ciudades dentro de la cuarentena dinámica.
No obstante, según las cifras reveladas ayer por el Ministerio de Salud, el panorama es especialmente alentador para La Paz y realmente alarmante para Santa Cruz.
De acuerdo con los últimos resultados de los nueve departamentos que conforman Bolivia, Santa Cruz es el más afectado de todos.
El número de casos confirmados el día de ayer en Santa Cruz llegó a 5.744, lo que representa el 68,84% del total de contagios, seguido por Beni con el 18%. La concentración de los casos en estos 2 departamentos ha convertido a la región oriental en el epicentro de la pandemia en Bolivia.
De acuerdo con estos resultados es muy probable que ambos departamentos continúen durante mucho más tiempo en cuarentena restringida.
La Paz, por el contrario, se prepara para flexibilizar su cuarentena al representar solo el 5,34% del total de casos.
De hecho, el alcalde de la Paz, el señor Luis Revilla, informó que a partir del 1 de junio varias actividades retornan a sus operaciones teniendo como hora máxima las cuatro de la tarde.
El alcalde señaló además, que es muy probable que esta ciudad empiece un período en el que ingrese y salga del confinamiento estricto de manera periódica, lo que denominó como un modelo de “tipo acordeón”.
La evolución del contagio.
Cierre de industrias.
De acuerdo con un reciente estudio publicado por la consultora Oxford Economics, Bolivia podría ser el país más afectado de la región.
Su inestabilidad política, su precario sistema de salud, su alto déficit fiscal y su dependencia económica a las exportaciones de gas y petróleo, hacen que el país sea especialmente vulnerable a la presencia del Covid-19.
Antes del cierre de actividades económicas, Bolivia ya enfrentaba una fuerte caída de la inversión extranjera directa, una rápida devaluación de su moneda, una fuerte disminución en el precio del gas (principal producto de exportación) y del petróleo.
Con la llegada del Covid-19 y la adopción de las medidas de restricción a la movilidad, más del 92% de su sistema productivo se paralizó por completo.
Según las más importantes empresas calificadoras de riesgos, el país se perfila hacia una peligrosa recesión. El FMI y la CEPAL, por su parte, han estimado que el país terminará el 2020 con un producto interno bruto negativo entre el -4 y -7%.
Avalancha de despidos.
Hasta ahora la más grave consecuencia de la pandemia (COVID-19) y de la cuarentena que se prolongó por más de 10 semanas, es el alarmante crecimiento del desempleo.
La avalancha de despidos injustificados no ha podido ser contenida;pese a que el gobierno interino, apoyado por la oposición, prohibió despidos en el sector público y privado.
En los últimos días se denunciaron despidos de centenares de empleados públicos de diferentes ministerios e instituciones estatales quienes supuestamente eran los más respaldados, además de grandes fábricas, empresas medianas, pequeñas y personas naturales.
Uno de los casos más sonados ha sido el de la empresa textilera Altifibers S.A., la cual decidió cerrar de forma definitiva sus operaciones, dejando en la puerta cerca de 230 trabajadores directos, quienes sin previo aviso fueron despedidos.
En el medio se ubican los sectores de papel y cartón, plásticos, salud y equipo médico, por ejemplo.
Atrapados entre la corrupción y el Covid
Cierre de industrias.
La abogada Jeanine Áñez Chávez, actual presidenta interina de Bolivia, al igual que su gabinete ministerial, son acusados por la opinión pública de delitos de corrupción, malversación de fondos, uso indebido de recursos y despilfarro.
Diferentes voces a nivel nacional, especialmente las de sus opositores políticos, acusan también al actual gobierno de utilizar la pandemia como pretexto para perpetuarse en el poder, aplazando de manera indefinida la realización de elecciones. Buscando de esta forma prolongar el saqueo indiscriminado de las arcas públicas.
La semana pasada fue aprehendido y destituido el ministro de Salud, Marcelo Navajas, a quien se le acusa de autorizar la compra sobrevalorada de respiradores y equipo especializado.
Como si esto fuera poco, a principios de esta semana el alcalde de Cochabamba José María Leyes y otros tres funcionarios más, fueron retirados de sus cargos y acusados por enriquecimiento en procesos de adquisición de insumos médicos.
Esta incertidumbre política junto con la parálisis de la economía se ha convertido en el caldo de cultivo de diversas protestas, manifestaciones y bloqueos que encrudecen la ya apremiante situación del país.
Actividades permitidas
Contracción de la demanda.
Desde el inicio de las restricciones se autorizó que empresas y personas naturales dedicadas a la producción de alimentos, artículos de consumo masivo, comercialización de artículos de primera necesidad, elaboración de productos de higiene y medicamentos, siguieran desarrollando sus actividades ininterrumpidamente.
Las actividades restantes estuvieron detenidas hasta el pasado 11 de mayo, fecha en la que se autorizó la reactivación de la minería, la construcción, textiles, madera, marroquinería,cueros y bebidas.
La autorización de reinicio de actividades llenó de optimismo a empresarios y trabajadores de diversos rubros productivos, no obstante, sus expectativas se han visto opacadas, debido a una elevada cantidad de trámites y protocolos sanitarios, los cuales son especialmente difíciles de cumplir para las pequeñas y medianas empresas.
Las compañías más afectadas son aquellas ubicadas dentro de departamentos y municipios catalogados en alerta roja, situación que no solo incrementa la complejidad de sus trámites sino que también limita su demanda.
De acuerdo con informes entregados por los directores de cámaras, asociaciones y gremios, la contracción de la demanda en estas zonas ha provocado que las empresas se encuentren operando por debajo del 40% de su capacidad habitual.
Pérdidas y cierres
150.000 Mypes declaradas en quiebra.
Aunque no existen cifras oficiales sobre el impacto económico del Covid 19 en el sector productivo boliviano, los primeros informes entregados registran que alrededor de 150.000 empresas, pertenecientes a micro y pequeñas empresas, han quebrado y cerrado de manera definitiva, dejando a cerca de medio millón de personas sin trabajo.
En el sector industrial el 95% de las empresas presentan importantes disminuciones en la demanda, las pocas excepciones se focalizan en productos alimenticios no perecederos, especialmente los de molinería y panadería.
De acuerdo con datos obtenidos mediante encuestas, reuniones y foros, por el Colegio de Economistas de Santa Cruz (CESC) y la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO), la afectación hasta la fecha de los ingresos de las empresas es la siguiente:
* Restaurantes y hoteles -99%.
* Materiales de construcción -98%
* Durables de Consumo -98%
* Material eléctrico -95%
* Cemento -93%
* Vehículos -90%
* Construcción -84%
* Cueros -82%
* Industria Metallurgica -70%
* Bebidas -70%
* Químicos -57%
* Seguros -48%
* Venta directa -45%
* Construcción -84%
* Papel y Cartón -42%
* Hidrocarburos -40%
* Tabaco -40%
* Cárnicos -36%
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